Cómo apoyar a niños con TDAH en la escuela y en casa

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede presentar desafíos tanto en la escuela como en el hogar. Sin embargo, con estrategias adecuadas basadas en la disciplina positiva, es posible brindar apoyo a los niños con TDAH para que desarrollen su autonomía, confianza y habilidades de organización.

Los niños con TDAH se benefician de estructuras claras. En casa, establece rutinas diarias con horarios fijos para levantarse, hacer la tarea y dormir. Usa ayudas visuales, como tablas de actividades, para que sepan qué sigue en su día. En la escuela, los maestros pueden ofrecer una agenda visible y recordatorios frecuentes sobre las actividades.

1. Crear rutinas claras y predecibles

2. Dar instrucciones concretas y breves

Las instrucciones largas o abstractas pueden ser difíciles de procesar. Opta por frases cortas y directas, como “Primero guarda tus juguetes, luego ven a cenar”. En clase, dividir las tareas en pasos pequeños puede facilitar la comprensión y ejecución.

La disciplina positiva se enfoca en reconocer los logros en lugar de sancionar los errores. Frases como “Me encantó cómo te organizaste para hacer tu tarea” refuerzan la conducta deseada. En la escuela, los maestros pueden utilizar sistemas de recompensas visuales, como pegatinas o puntos por esfuerzo.

3. Usar refuerzos positivos en lugar de castigos

4. Fomentar pausas activas

Los niños con TDAH pueden necesitar moverse más que otros. Incluir descansos cortos entre tareas largas ayuda a mejorar la concentración. En casa, pueden hacer estiramientos o saltos entre actividades. En clase, permitir pequeños movimientos, como apretar una pelotita antiestrés o cambiar de asiento de vez en cuando, puede marcar la diferencia.

En lugar de corregir constantemente, guiemos a los niños a encontrar soluciones. Por ejemplo, si olvidan sus tareas, en lugar de regañarlos, pregúntales: “¿Cómo podríamos asegurarnos de que recuerdes tu tarea mañana?”. En el aula, los maestros pueden darles la oportunidad de organizar sus materiales con recordatorios visuales o checklists.

5. Fomentar la autonomía y la resolución de problemas

6. Enseñar herramientas para manejar emociones

El TDAH puede traer consigo frustración y emociones intensas. Enséñales a identificar cómo se sienten y a usar estrategias como respiración profunda, dibujo o escribir en un diario. En la escuela, crear un “rincón de la calma” con opciones para relajarse puede ser de gran ayuda.

Apoyar a un niño con TDAH no significa eliminar los desafíos, sino proporcionarles herramientas para enfrentarlos de manera saludable. La disciplina positiva nos recuerda que, con paciencia, empatía y estrategias adecuadas, todos los niños pueden desarrollar sus fortalezas y alcanzar su potencial tanto en casa como en la escuela.

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